La Esposa de Lobo romance Capítulo 277

A la mañana siguiente, un grupo de visitantes inesperados destruyó la paz en la finca Crestfall. Sus voces llenas de enojo resonaron por el lugar y destruyeron la armonía en este.

“¡Belarus Crestfall, sal!”.

Eran Idris y sus hombres.

Belarus vio a Idris, quien se veía enojado, de pie en su campo de visión. Cuando vio a los hombres detrás de Idris, su expresión cambió. “¡¿Qué estás haciendo?!”.

Idris se burló. “Estoy aquí para darte una buena noticia”.

¿Una buena noticia?

Cualquier persona cuerda sabía que Idris nunca le daría una buena noticia a Belarus. Sin duda tenía que ser la peor de las noticias.

Belarus frunció el ceño y preguntó: “¿De qué estás hablando?”.

“Estoy hablando de…”. Una mirada cruel apareció en sus ojos entrecerrados. “¡Mataste a mi hombre, Valentín Marchito, y ahora sus hermanos están aquí para asistir a su funeral! Todos los dignatarios de la ciudad están invitados, incluyendo tú y tu familia”.

¡Vaya!

Todos los Crestfall soltaron un grito ahogado cuando escucharon la noticia.

Los hermanos de Valentín Marchito tenían la mala fama de ser hombres feroces, y estos habían ido a Sumeria para hacer un funeral para su hermano fallecido. Estaban ahí para vengarse, ¡y lo harían de forma feroz!

¡Definitivamente no era solo un funeral!

Todos estaban aterrados.

Ni siquiera Belarus pudo mantener la calma tras escuchar esta noticia.

Después de entregar su mensaje, Idris se fue del lugar a carcajadas mientras los Crestfall se quedaban atónitos. Todos en la finca estaban confundidos y horrorizados.

“¿Una persona de los Crestfall de la capital murió? ¿Qué tiene eso que ver con nosotros?”.

“Sí, ¿de dónde obtuvimos una ayuda tan fuerte?”.

“Creo que ese m*ldito solo está tratando de meterse con nosotros. Es la excusa que se le ocurrió”.

“¿Qué están planeando esta vez?”.

Ellos querían matarlo en frente de los dignatarios para vengar la muerte de Valentín Marchito y también para usarlo como una advertencia para los demás.

No era de extrañar que Luna no estuviera en la oficina. Ella de seguro había escuchado la noticia y se había ido a la casa de Belarus para buscar una solución.

“Andy, ¿qué vamos a hacer ahora?”.

Andrius sonrió con fiereza y una pizca de deseos asesinos apareció en sus ojos. “Si han preparado un funeral, entonces solo tendré que enviarlos a conocer a su creador”.

Esa noche, Andrius regresó a Rivera del Sueño y vio a Luna en el sillón con una expresión de enojo e impotencia.

“Escuché que los Crestfall de la capital están aquí y que van a hacer un funeral de algún tipo. Todos los dignatarios están invitados, eso los incluye a ustedes. ¿Necesitas ayuda?”, preguntó Andrius con buenas intenciones.

“No es necesario”.

Luna tenía dolor de cabeza y creía que Andrius no era capaz de lidiar con este problema. Ella sabía que él era un buen peleador, pero los Crestfall de la capital tenían muy mala fama en la capital. Su nombre era suficiente para hacer temblar a Sumeria.

No había nada que Andrius pudiera hacer para ayudar.