El Secreto de Mi Prometido romance Capítulo 97

Patricia se quedó atónita al notar el termo que Luisa llevaba en la mano. —Luisa, ¿cómo le trajiste comida a Andrés?

—Sí.

Patricia miró asombrada a Andrés.—¿Ya comiste suficiente? Si quieres más, traje tus platillos favoritos.

Andrés le respondió: —No hace falta. La comida que preparó Luisa me cayó de maravilla, me la terminé toda.

Al oír esto, Patricia le sonrió con expresión de señora orgullosa.—Está bien, si ya comiste, entonces no insisto más.

Sergio puso cara de pícaro. —¿Oh? ¿Comida hecha por Luisa?

Dejó sobre la mesa la canasta de frutas y los suplementos que traía y miró a Andrés con tono bastante burlón.—Vaya, qué afortunado eres.

Andrés le respondió con calma: —Sí, una dicha que los solteros jamás entenderán.

La sonrisa de Sergio se congeló.—¡Ah, muy bien! Pues ya verás, voy a buscarme una linda novia y te voy a restregar mi amor en la cara todos los días hasta que te hartes de verme.

Fernanda abrió los ojos con sorpresa. —¿Luisa, tú sabes cocinar?

Luisa sonrió.—Lo acabo de aprender.

—Tsk, tsk, tsk... el amor sí que hace maravillas.

Fernanda rodeó a Luisa con incredulidad.

—Todavía recuerdo cuando en la universidad fui a tu departamento a visitarte. Me preparaste un huevo frito y cuando lo mordí, estaba tan crujiente. Dijiste que la cáscara tenía calcio y que era buena para los huesos. Ja,ja,ja ¡Quién diría que ahora ya sabes cocinar de verdad!

Luisa, un poco avergonzada, se tocó la nariz.—Es que la cáscara del huevo en verdad sí tiene calcio.

Fernanda soltó una carcajada con indignación. —¡Ajá! Entonces, ¿a tu mejor amiga le das huevos con cáscara y a tu prometido le preparas banquetes? Ya te pillé

Los ojos de Luisa se curvaron en una sonrisa.—La próxima vez te prepararé un delicioso banquete a ti también.

Fernanda sonrió de oreja a oreja.—Pues lo tomaré en serio.

Sergio le echó una mirada de reojo. —Luisa cocina porque es algo especial entre ella y su novio. ¿Tú qué haces metiéndote en medio?

Fernanda levantó la barbilla con altivez.—No es asunto tuyo.

El grupo se rió y el ambiente se volvió animado.

Luisa lo miró con cierta desconfianza. —¿Qué quieres?

Los ojos de Carlos brillaban de emoción. Miró fijamente a Luisa.—Me enteré de que cancelaron tu fiesta de compromiso. Que alegría

Luisa bufó con impaciencia. —¿Y qué tiene que ver eso contigo? ¡Mejor hazte a un lado!

Carlos se interpuso de inmediato en su camino.—Luisa, ¿crees en el destino? Tu ceremonia de compromiso fue arruinada, eso solo puede significar que Dios no aprueba esa unión.

—Ja,ja.—Luisa le dedicó una mirada sombría a este descarado.—¿Sigues con esas supersticiones en pleno siglo XXI?

Carlos no se inmutó. Estaba más feliz que nadie con la cancelación del compromiso.

Y más aún porque Andrés había sido apuñalado y casi muere.

¡Incluso Dios estaba de su lado!

Una sonrisa se asomó en su desgastado rostro.—Luisa, ¿supiste quién fue el culpable, en verdad? Fue una fanática de Andrés. Lo ha perseguido durante diez años. En la fiesta de compromiso, mucha gente la vio. Ahora todo Puerto Bella está hablando de eso.

Se inclinó un poco hacia ella. —Dime, una mujer que lo ha seguido con tanta pasión durante diez años... ¿de verdad crees que Andrés pudo permanecer indiferente ante ella?

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