El Secreto de Mi Prometido romance Capítulo 177

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Pronto, el video de Valentina chocando intencionalmente con Luisa en la fiesta se viralizó en internet.

Además de ese video de vigilancia, también circulaban grabaciones de Luisa y Valentina discutiendo.

Los títulos eran cada vez más sensacionalistas.

Por ejemplo: "La hipócrita enfrenta a la verdadera señorita de la alta sociedad", "La farsante teje intrigas, la dama de la alta sociedad investigada hasta el final", "La dama discute, y resulta que es por...", "Dos señoritas se enfrentan por un hombre", "La alta sociedad se hace enemiga por amor", etc.

Fernanda navegaba por los temas de tendencia en Twitter. —Estos títulos son cada vez más extraños.

Catalina dudaba. —Oye, ¿la familia Martínez realmente permite que estos videos se filtren?

Luisa respondió con frialdad: —Los internautas no saben que Valentina es una hija adoptiva de los Martínez. ¿No se han dado cuenta de que doña Ximena y Andrés no han salido del país?

Catalina asintió: —Cierto, por eso pudieron publicarlo.

Fernanda bufó: —¡Je! doña Ximena realmente es...

Catalina la interrumpió rápidamente: —Luisita, ¿no vas a retirar los trending topics? ¿No te afectará negativamente?

Luisa negó con la cabeza: —No los retiraré, tampoco permitiré que lo haga la familia Martínez. De todos modos, ya subieron el video de vigilancia; quien tenga la razón, se sabrá inmediatamente. Que Valentina quede en vergüenza me conviene, siempre está jugando sucio contra mí.

Fernanda asintió: —¡Te apoyo!

Catalina: —Yo también te apoyo.

...

Al día siguiente, Víctor y Patricia fueron con Valentina a pedir disculpas.

También vino Andrés, pero doña Ximena no. Dijo que estaba tan enfadada que le dio un ataque al corazón y estaba en la UCI del hospital, aunque no se sabía si era verdad o mentira. Víctor y Patricia parecían sinceros, así que Miguel dejó de preocuparse por la supuesta enfermedad de doña Ximena.

Anoche, Luisa y Miguel habían descansado en la mansión, así que hoy la familia Martínez acudió allí a disculparse.

Valentina miró suplicante a Víctor y Patricia.

Víctor, con el rostro serio, dijo: —Arrodíllate.

Patricia, también con semblante frío, añadió: —Te dijo que te arrodillaras.

Andrés emanaba un frío glacial, y Valentina, sin atreverse a resistirse, simplemente se arrodilló.

Miguel estaba bastante satisfecho.

Víctor y Patricia pronunciaron un largo preámbulo para expresar sus disculpas.

Cuando llegó el turno de Valentina de disculparse, Andrés intervino con frialdad: —Valentina, arrodíllate frente a Luisita para disculparte.

Valentina aguantó todo lo que pudo, pero finalmente, sin atreverse a desobedecer, se giró noventa grados y, frente a Luisa, se arrodilló y dijo: —Lo siento, no debí hacerte pasar un mal rato intencionalmente en esa situación. Reconozco mi error.

Luisa, mirando a Valentina con interés, le preguntó: —¿Por qué siempre me antagonizas?