El Regreso de la Heredera Coronada romance Capítulo 98

Había tristeza en sus ojos, aunque no en exceso.

Era cierto que, de estar realmente apenado, no habría permitido que su hija sufriera a manos de su esposa sin intervenir.

Gonzalo hizo una seña al mayordomo, quien, comprendiendo el gesto, avanzó y relató brevemente lo ocurrido aquel día.

En resumen, alguien había sustraído medicinas del botiquín y Lucía había sido envenenada.

El motivo de la reunión era buscar justicia para Lucía y descubrir al responsable del delito.

Tras narrar los eventos, el mayordomo añadió: —Los dos principales sospechosos son la señorita Paula y Valeria, la esposa de Daniel.

Al escuchar esto, Nancy fue la primera en objetar, con una voz fría y desafiante: —¡Absurdo! ¿Cómo podría mi Paula ser una asesina? ¿Quién es el necio que sugiere eso? ¡Que dé un paso al frente!

El mayordomo, en silencio, bajó la mirada y retrocedió hacia donde se encontraba Gonzalo.

Valeria soltó una risa irónica. Según la edad, ella era mayor que Nancy por más de diez años, pero según la relación familiar, tanto ella como Daniel eran el sobrino y la sobrina política de Nancy.

Valeria, incapaz de llamarla "tía", la llamó por su nombre completo: —Nancy, deberías controlar mejor. Tu hija Ángeles está acusando a otros de ser asesinos sin ningún fundamento.

—¡Observa las heridas en mi cabeza y en la de Paula, todas causadas por ella!

¡Ángeles otra vez!

Aunque los conflictos menores eran habituales, acusar a alguien de asesinato sin pruebas era demasiado.

Nancy, perdiendo el control, increpó a Ángeles: —¿Por qué no puedes calmarte y dejar de generar tanto caos? ¿Acaso no estarás satisfecha hasta lograrlo?

Ángeles, con la mirada baja, continuaba limpiándose la sangre de las manos con una toalla húmeda, como si no hubiera escuchado nada.

Nancy se cubrió el rostro con las manos, repitiendo: —¿Qué mal he hecho yo...?

Pero Rafael no estaba presente, y nadie más apoyó sus palabras.

—¿Que si he inculpado a alguien? Escucha y lo sabrás.

Ángeles dejó caer la toalla húmeda, se levantó de la silla y, enfrentándose a las miradas de desconfianza e ira de todos, sacó una grabadora de su bolsillo.

Al ver la grabadora, las expresiones de Valeria y Paula cambiaron drásticamente.

Ángeles, con el rostro imperturbable, presionó un botón.

De inmediato, la grabadora emitió sonidos rasposos, seguidos por un fuerte bofetón y las maliciosas palabras de Valeria:

[Perra, ¿no escuchaste lo que dije? ¡Te dije que fueras al botiquín y tomaras el veneno de la parte más alta! ¿Lo entendiste?]

[Toma el veneno, busca la oportunidad de ponerlo en la bebida, asegúrate de que Ángeles lo beba, si no, publicaré todos los vídeos de ti siendo acosada en ese pueblo, y entonces, ¡no podrás levantar la cabeza por el resto de tu vida!]

[Jajajaja...]

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: El Regreso de la Heredera Coronada