Amor, Dulce Amor romance Capítulo 207

Sigrid vislumbró el árbol genealógico en la estantería. Lo bajó y lo estudió detenidamente.

Revisaron el álbum de fotos hasta que finalmente encontraron a Noah. Sobre él estaban los retratos de sus padres. Comparando la foto que el niño acababa de mostrarles, llegaron a la conclusión de que ella era, efectivamente, su madre biológica.

De repente, los ojos de Sigrid se iluminaron. "¡Mira esto! Aquí está el nombre y la dirección de su madre. Al parecer está en este pueblo, si vamos hasta allá, lo más probable es que nos encontremos con la actriz que la interpreta".

Elizabeth asintió con la cabeza y salieron a toda prisa de la casa. Ambas corrieron por las calles en busca de la madre del pequeño.

Cuando llegaron a la residencia de la familia White, observaron una placa colgada en la entrada. La vivienda contrastaba fuertemente con las demás, ya que estas no tenían ninguna decoración extravagante. Para Sigrid y Elizabeth, aquella placa significaba: "¡Aquí está su cena!".

Entraron juntas a la casa, donde el aire acondicionado funcionaba al máximo. Por ese motivo, fueron recibidas por una ráfaga de viento helado, sin mencionar que hacía mucho frío esa noche. Sigrid empezó a temblar. Cruzó los brazos sobre su pecho y exclamó: "El aire acondicionado aquí está demasiado frío. ¡En este programa son tacaños con la comida, pero están dispuestos a gastar dinero en las facturas de la electricidad!"

Elijah refunfuñó para sus adentros al escuchar eso: "¡Es por la trama y para ambientar la escena!".

A continuación, las chicas comprobaron que no había actores en el vestíbulo. Antes de que pudieran avanzar, escucharon unos pasos a la distancia.

El ruido provenía de las escaleras. Allí se toparon con una mujer llamada Susan, que bajaba elegantemente ataviada con un vestido y tacones altos.

Su cuerpo era voluptuoso, pero sus mejillas parecían hundidas, al igual que las cuencas de sus ojos. Su tez era incomparablemente pálida. Las sombras de su rostro debían de haber sido contorneadas con la ayuda del maquillaje, y sus labios estaban pintados de rojo escarlata.

Sigrid estaba sorprendida. "Dios mío, chica, ¿has ofendido al maquillador? Con tu cuerpo y un buen maquillaje, serías un fantasma femenino muy seductor, ¿por qué tienes ese aspecto?", pensó.

Respiró hondo, y antes de mirar a la actriz fijamente, se dijo a sí misma que no debía tener miedo. Susan era una persona normal, ¡su apariencia se debía al maquillaje!

Después de repetir esas palabras en su corazón, las luces de la habitación se apagaron súbitamente. Momentos después, volvieron a encenderse. Pero Susan ya había desaparecido de las escaleras.

Sigrid se quedó desconcertada por un momento. Miró a su alrededor, pero Susan no aparecía por ninguna parte. De repente, unos pasos volvieron a resonar en la habitación. Levantó la vista y la vio bajando las escaleras.

Justo antes de que diera un paso adelante, las luces volvieron a apagarse y la situación se repitió una vez más.

Sigrid miró la hora. Habían tardado más de diez minutos en llegar ahí. Incluso si corrían todo el camino de regreso, les llevaría unos diez minutos. Noah solo les había dado media hora. Tenían que reunirlo con su madre lo antes posible.

"¿Qué tenemos que hacer para que nos sigas?", le preguntó Sigrid al fantasma cuando las luces volvieron a encenderse.

Susan dio otro paso lentamente y se lamentó: "Los odio. Esa maldita pareja me mató y me encerró en esta casa solo porque querían estar juntos. ¡Yo también quiero irme de aquí cuanto antes!".

Elizabeth y Sigrid se quedaron sin palabras. Solo les quedaban unos minutos. ¿Cómo iban a llevarla a tiempo?

Elizabeth se quedó pensando un rato y giró el espejo hacia Susan. Al acercársele, el espejo iluminó su rostro y la fantasmagórica figura soltó un alarido.

Sigrid se sobresaltó por el grito. ¡Era demasiado agudo y penetrante para sus oídos!

Las luces dejaron de parpadear.

Se miraron la una a la otra, suponiendo que esa era la señal para llevarse a Susan. Así que la tomaron de los brazos y partieron rápidamente.

Los ojos de Sigrid y Elizabeth se iluminaron al instante. Se volvieron para mirar a Elijah, preguntando: "¿Dónde conseguiremos nuestra cena?".

El camarógrafo se sobresaltó ante esa pregunta, y respondió por lo bajo: "Yo... no lo sé. Tienen que encontrarla ustedes mismas..."

"¿Qué rayos?", gritaron internamente.

Sigrid sacó su teléfono y comenzó a enviarle mensajes de texto a Rachel.

"¿Dónde puedo encontrar algo de cenar?"

"¡Logramos obtener solo un punto!"

Rachel les envió una ubicación.

"¡Vengan! ¡Hay mucha comida aquí!"

Sigrid arrastró rápidamente a Elizabeth fuera de la casa y corrieron juntas hacia el lugar que Rachel acababa de compartirles.

Aunque el pueblo estaba algo descuidado, definitivamente no se debía subestimar su tamaño.

A excepción del espejo, todo lo que llevaban era relativamente ligero. Por lo tanto, correr no era un problema para ellas. Sin embargo, a Elijah no le resultaba fácil llevar una cámara fotográfica consigo. Se esforzó por seguirles el ritmo, jadeando como un buey. Estaba al borde del colapso mientras el agotamiento tomaba posesión de su cuerpo.

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