Tener hijo con mi mejor amigo romance Capítulo 77

Punto de vista de Klay

Ampliar mi autoridad, fortalecer mi poder e introducir mi organización en ese país me ayudaría a encontrar más rápido a Kelly. De modo que manipular a la autoridad superior para mi propio beneficio sería de gran ayuda, haría todo lo posible para encontrar a esa mujer. Para hacer eso, necesitaba la conexión del padre de Emily, ya que él tenía control sobre todo el país.

Había ido hasta allí para negociar con él y, para mi sorpresa, me pidió que me casara con su obstinada hija a cambio de un vínculo más poderoso entre nuestras organizaciones. Eso me favorecía, ya que yo sabía que Emily estaba loca por mí, así que la usaría hasta que terminara con lo que tenía que hacer. Sin embargo, no esperaba que se negara a casarse conmigo de forma rotunda.

Cuando regresé a la mansión, vi que todo era un caos.

"¿Qué demonios está pasando?", le pregunté a una de las sirvientas para entender lo que sucedía.

"S-Señor, la señorita Amanda lastimó al señor Monroe".

"¿Qué?". Subí corriendo las escaleras y fui directo a la habitación del señor Monroe. Me reí de manera sarcástica cuando lo vi en su silla de ruedas con la mejilla rojiza e hinchada, él me clavó la mirada.

"S-Señor…".

Apreté las mandíbulas. "¿Dónde está Amanda?".

"Ella está en su habitación, S-Señor". Hacia allá me precipité.

Cuando entré, me saludó sonriente, pero la agarré del cuello y la abofeteé. Ella cayó sobre la cama, me miró con lágrimas en los ojos y se frotó la mejilla enrojecida.

"P-Por qué…".

Enojado, la señalé con el dedo. "¿Te permití lastimarlo?".

Tragó saliva y me miró horrorizada. "Se negaba a decirme adónde fue su hija...".

"¿TE PERMITÍ QUE LE HICIERAS DAÑO?".

Ella miró hacia abajo y sollozó.

"¡Lo necesito vivo y en óptimas condiciones, Amanda! Si muere por tu culpa, te enterraré viva con él. ¿Entendiste?", mascullé con ira.

Ella sollozó y asintió, pero no era suficiente para mí.

"¿ENTIENDES?".

"S-Sí… sí… lo siento…".

Incliné la cabeza de un lado a otro antes de salir furioso de su habitación. Esa perra podía hacer lo que quisiera, pero no dejaría que arruinara mis planes, porque Kelly nunca volvería a mí si su padre moría. No lo permitiría.

*** Punto de vista de Emily

Estaba acostada en la cama, como un cadáver, mirando al techo sin parpadear. Mi vida se había transformado en un infierno desde que mi propio padre había intervenido en mis decisiones personales. Aún recordaba como si fuera ayer, la manera feroz en que se opuso al hombre que yo había elegido amar. Estaba muy enfadado y, como consecuencia, hizo algo horrible que no olvidaría ni perdonaría, porque yo era feliz, pero a él no le importó y lo arruinó todo.

Cerré los párpados con fuerza y recordé el hermoso sueño que mi propio padre arruinó y lo transformó en una aterradora pesadilla.

"¡Estoy embarazada!", le anuncié con entusiasmo a mi novio la hermosa noticia.

Eso se debió a la conexión y el poder de mi padre.

Yo sobreviví, pero mi bebé no. Tenía el corazón destrozado, y, aun así, me propuse seguir adelante. Sin embargo, cuando llegué al condominio de Leo, deseé morir la misma noche que lo hizo mi bebé.

Mi pareja yacía en la cama bañado en sangre: tenía una herida de bala entre los ojos y la mañana que se suponía que sería pacífica se volvió un infierno.

Maldije la noche en que mataron a mi bebé y al hombre que amaba y perdí las ganas de vivir.

Todavía recuerdo la respuesta de mi padre cuando le pregunté por qué nos había hecho eso a mí y a Leo.

"Lo maté porque era una amenaza, Emily. Era un policía encubierto, por si no lo sabías".

Por supuesto que lo sabía, lo había aceptado porque era un hombre amable y quería acabar con la maldad de mi papá, pero no lo logró, murió en el intento.

La tragedia me llevó al abismo de la oscuridad, casi cayendo en las profundidades del infierno. Empecé a andar con cuanto hombre se me cruzaba con la esperanza de que mi padre se sintiera ofendido, como una forma de rebelión.

Perdí las ganas de vivir, Dios sabe cuántas veces intenté suicidarme para acabar con los recuerdos que me atormentaban. Sin embargo, mi papá no me dejaba morir, hasta de eso me privó.

La tragedia convirtió mi vida en un infierno y comencé a odiar a muerte a mi padre.

Había perdido las esperanzas, pero Klay me hizo recuperarlas cuando apareció en mi vida. Él se convirtió en mi esperanza, en mi luz, y me dio otra razón para vivir.

Pero me volví a equivocar, no era quien pensaba que era, y hasta podría decirse que era peor que mi padre.

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