Avery se quedó congelado.
Dylan le dio un golpe a la carta de renuncia y el papel A4 se esparció por el piso inmaculado de la habitación del hospital.
—Grace es tu hija... —Avery se atragantó con las palabras, incapaz de tragarlas o pronunciarlas en voz alta.
La mirada aguda de Dylan la atravesó como un cuchillo, cortando los frágiles nervios de Avery.
—Avery, eres demasiado impaciente. Llegué al hospital por la tarde, te interrogué durante unos minutos y, ¿cuánto tiempo ha pasado? Ya estás saltando de alegría y queriendo dimitir —se inclinó hacia delante, mientras su hermoso rostro se agrandaba ante los ojos de Avery—. ¿Te sientes culpable?
Fue como si le hubieran vertido encima un balde de agua fría, helando a Avery hasta los huesos.
La mano de Avery presionó el pecho musculoso del hombre, empujándolo hacia atrás.
Dylan, desconcertado, la vio agacharse de repente, recuperar la carta de renuncia y presionarla firmemente sobre la mesa.
"No volveré a FC Group. ¡Ya se lo he dejado claro a papá!", afirmó. "Cuando Grace mejore, me la llevaré por un tiempo".
Dylan se quedó atónito por un momento ante esta noticia. La intención de Avery de dimitir no parecía una broma. ¿Hablaba en serio? ¿Después de tres años como directora de marketing, de repente quería irse?
Dylan nunca comprendió del todo el proceso de pensamiento de Avery.
¡Debería estar feliz de echar a Avery! Después de todo, con sus maneras astutas, su partida del Grupo FC debería ser una buena noticia para él. Pero cuando lo hizo, un destello de ira se apoderó de Dylan.
¡No podía dejar que Avery se fuera!
¡Sí!
¿Qué pasaría si el motivo de la marcha de Avery fuera hacer algo malo en secreto?
¿Cómo debería decirlo? Avery era una empleada de alto rango, familiarizada con las operaciones y la filosofía de FC Group. ¿Qué pasaría si ella filtrara los secretos de FC Group?
Mantener a Avery bajo sus narices era la mejor solución.
Dylan cogió la carta de renuncia y la rompió en pedazos con la mano.
"No estoy de acuerdo."
Avery se encogió por dentro.
—Quédate porque te preocupa que tenga intenciones con FC Group. Yo renuncio y tú vuelves a estar en desacuerdo. Dylan, ¿qué es exactamente lo que quieres? —Avery bajó la voz, temiendo despertar a Grace. Sin embargo, su tono transmitía una ira inconfundible.
Dylan no podía ignorarlo.
—¡Entonces haz algo más para aliviar mis preocupaciones! —dijo Dylan en voz alta, con un eco en su voz. Sonrió con frialdad—. Eres inteligente. ¡Deberías entender lo que digo!
Dicho esto, extendió la mano, agarró el hombro de Avery y la tiró hacia la cama.
Avery fue tomada por sorpresa. Con un repentino ejercicio de fuerza por parte de Dylan, ella cayó en sus brazos.
Su olor no era agradable, era completamente medicinal, pero inexplicablemente, en lo profundo de la noche, hizo que el corazón de Avery se acelerara.
En algún momento, Grace rodó hasta el borde más alejado de la gran cama. Avery no quería estar cerca de Dylan.
Instintivamente, ella luchó, pero Dylan apretó su agarre alrededor de su cintura.
"¡No te muevas!"
Avery no escuchó. Sus manos presionaron el pecho de Dylan.
"¡Suéltame! ¡Aún tengo cosas que hacer!"
El agarre de Dylan alrededor de Avery se hizo más fuerte, su mirada profunda se fijó en sus ojos.
La tenue luz era suficiente para calentar el corazón.
Los labios de Dylan se torcieron levemente y su largo brazo se estiró para apagar la única lámpara que aún permanecía encendida junto a la cama.
La luz en la habitación del hospital se atenuó instantáneamente.
Hubo un breve silencio al otro lado de la línea. Avery miró la pantalla y al instante perdió todo resto de somnolencia. Era Dylan quien llamaba.
El nombre "Ivy" en el identificador de llamadas revelaba la identidad de la persona que llamaba. Ella siempre había sabido que Dylan no guardaba los números de teléfono de las personas. Tres años atrás, había descubierto que Ivy era una excepción y esa costumbre persistía incluso ahora.
El corazón de Avery dio un vuelco.
—¿Avery? —La voz de Ivy sonaba tensa—. ¿Estás con Dylan? Voy al hospital a ver a Grace...
Antes de que Ivy pudiera terminar su frase, Dylan se despertó. Levantó los párpados, miró el teléfono que Avery tenía en la mano y preguntó: "¿De quién es la llamada?".
Del otro lado de la línea telefónica, Ivy podía oír el tono perezoso y ligeramente ronco de la voz de Dylan. Así de simple...
La mente de Ivy se quedó en blanco. Avery, que aún no estaba del todo despierto, y Dylan, que parecía no haberse despertado del todo...
¿Estaban durmiendo juntos?
Avery también entró en pánico y retrocedió involuntariamente.
En un instante, ella se soltó del abrazo de Dylan.
Avery se pasó una mano por el pelo despeinado y le entregó el teléfono. "Pensé que era mío. Lo siento..."
Dylan se frotó la frente y tomó el teléfono. Su mirada se posó en la pantalla y sus pupilas se contrajeron levemente.
"¿Hiedra?"
—¿Necesitas algo? —Ivy apenas podía sostener su teléfono. Forzó una sonrisa—. Dylan, estoy en el hospital. Te llamé para preguntarte por la habitación de Grace...
"Te enviaré los detalles. ¡Ven a visitarnos!" Dylan colgó. Menos de un minuto después, Ivy abrió la puerta de la sala y entró.
Avery estaba a punto de levantarse de la cama. Con una mano en el borde de la cama, se sentó descalza junto a Dylan.
Su ropa estaba algo desaliñada. Ivy dudó un momento, incluso dio un paso atrás inconscientemente.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Sr. CEO, ¡perdió mi corazón para siempre!
Caro escritor, quer realmente que seu livro seja lido? Seu livro só tem tradução até a metade, todos os capítulos precisam de averiguação. Impossível ler. Quando você retirar e adequar ele como os outros livro do site,ele não terá poucas visualizações....