En ese momento, Ava estaba destrozada emocionalmente y no tenía muchas fuerzas, pero la piel de Avery era tan delicada que aún así dejó una marca.
Dylan giró la cabeza y miró fijamente el rostro de Avery, su expresión inescrutable.
Su mirada era tan intensa que parecía una espada, haciendo que a Avery se le erizaran los pelos.
Después de un rato, de repente se rió: "¡Tu cara se ve muy bien hoy!"
Los labios de Avery se crisparon. ¿Que te den una bofetada se ve bien? Las palabras de Dylan fueron contundentes y mostraron claramente su desdén por ella.
A lo largo de los años, los modales y la etiqueta de Dylan habían sido de primera categoría, incluso entre la clase alta. ¡Pero siempre había tenido problemas con ella!
Ella se rió entre dientes pero no respondió.
Dylan conducía con aire despreocupado, con la mente llena de la imagen de la huella de la mano de Avery en el rostro. Aunque era tenue y apenas visible, aún le molestaba.
Pensó que el rostro de Avery no debería verse así. ¡Debería ser impecable, tan blanco como la porcelana, como el de una muñeca!
Frunció el ceño, buscando una justificación.
Avery formaba parte del equipo directivo y su apariencia estaba estrechamente ligada a la imagen de la empresa. ¿Cómo podía no importarle?
Además, ¡debería estar contento de que Avery haya recibido una bofetada!
¡Después de todo, en la montaña, él había quedado inconsciente por la caída de rocas y casi se ahogó en un charco tratando de salvarla!
Pero tan pronto como Avery fue rescatado y bajado de la montaña, ¡lo primero que hizo fue llamar al equipo de rescate, cortando sus posibilidades de supervivencia!
Dylan se lamió los labios y pisó el acelerador.
El coche avanzó como una flecha, dejando un rastro suave en la carretera no tan ancha.
Ninguno de los dos causó más problemas y pronto llegaron al lugar que los secuestradores habían indicado.
Dylan frenó a tiempo, deteniendo el coche en la playa.
El mar azul, envuelto en un viento frío, bajó bruscamente la temperatura circundante.
Después de salir del auto, Avery se secó el sudor de la frente.
Ella llevó el maletín y caminó unos pasos, luego se giró para ver a Dylan siguiéndola de cerca.
El cuerpo de Avery se puso rígido y se detuvo: "Dylan, los secuestradores fueron muy claros por teléfono. ¡Tengo que ir sola con el dinero!"
Dylan sacó un cigarrillo del paquete y lo sostuvo entre sus dedos. Frunció el ceño y sus ojos se hundieron.
"¡Dame el dinero y rescataré al niño!"
"El secuestro de Grace es en parte culpa mía. Pase lo que pase, ¡no dejaré que asumas la responsabilidad!"
"¡No puedo deberte un favor tan grande!"
Avery dio un paso atrás con el caso: "No se trata de responsabilidad ni de favores; ¡es la demanda de los secuestradores!"
"¡Esta demanda está relacionada con la seguridad de Grace!"
—¡Además, ahora no es el momento de hacerte el héroe!
"¡Por favor espéranos aquí!"
¿Jugar al héroe?
Los dedos de Dylan se apretaron. ¡Avery debía estar loca!
Los secuestradores eligieron una playa. ¡Hasta donde alcanzaba la vista no había ni una sola persona!
¡Estaba claro si Avery vino solo o no!
¿Quién sabía si esto era una trampa?
De repente agarró el brazo de Avery, pero tan pronto como la tocó, ella lo sacudió sin dudarlo.
Él usó su brazo izquierdo para agarrarla, y después de que ella lo empujó, su brazo palpitó con un dolor agudo.
¡La gracia era su único consuelo en este mundo!
¡Ella sólo tenía Gracia!
Avery no discutió más y se dio la vuelta, caminando hacia su destino.
Dylan frunció el ceño y la siguió de nuevo. No la detuvo, pero preguntó en voz baja: "¿De verdad planeas dejar que tu hija muera aquí?"
"Dylan, no tengo tiempo para jugar contigo. ¡Por favor, deja de causarme problemas!"
Los ojos de Avery tenían un matiz de sangre: "¡Considera esto como mi súplica! ¿De acuerdo?"
—¡Dylan, no quiero amenazarte! Papá todavía está enojado contigo. Si sigues interfiriendo, no será solo una paliza cuando regresemos.
"¡Deje de seguirme!"
Dylan se quedó instantáneamente congelado en su lugar.
¡Avery fue realmente desagradecido!
Éste era el único pensamiento en la mente de Dylan.
De pie junto al mar, con la brisa salada y a pescado, la camisa rosa pálido de Dylan ondeaba con el viento, produciendo un fuerte ruido al aletear.
Dylan, con su mirada impactante, de repente se quedó quieto, inmóvil, como una estatua sin vida.
Su mirada parecía fija en Avery.
¡Dejad ir a Avery; dejad que esta maldita mujer sufra un poco!
Ella ya le había causado tantos problemas que no había necesidad de seguir preocupándose por su vida o su muerte.
Además, esta fue una decisión de Avery. Ella afirmó no amenazarlo, ¡pero sus amenazas fueron interminables!
Ella no quería que él la siguiera. ¿En qué estaba pensando realmente?
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: Sr. CEO, ¡perdió mi corazón para siempre!
Caro escritor, quer realmente que seu livro seja lido? Seu livro só tem tradução até a metade, todos os capítulos precisam de averiguação. Impossível ler. Quando você retirar e adequar ele como os outros livro do site,ele não terá poucas visualizações....