Sr. CEO, ¡perdió mi corazón para siempre! romance Capítulo 178

Los ojos de Avery se enrojecieron. "¡No necesito tu ayuda!"

—¿No necesitas mi ayuda? —Dylan señaló el maletín que Avery tenía en la mano con tono burlón—. ¡Avery, los cincuenta millones que tienes en la mano son el dinero de mi familia!

Avery instintivamente apretó el estuche. "¡Papá ya lo aprobó!"

Dylan se burló. ¿Acaso ella creía que él iba a recuperar el dinero? ¿Cuándo había adquirido una reputación tan miserable como para no poder desprenderse de cincuenta millones?

—Bien. Pero ¿y si el secuestrador pide más? ¿Avery es más valioso o Cooper?

"No lo olvides, soy el único heredero de la familia Picard. Si exigen más dinero, soy el único que puede conseguirlo".

Avery dejó de empujarlo. Dylan tenía razón. Si los secuestradores tenían la audacia de llevarse a Grace en público, muy bien podrían exigir más dinero en el acto.

Dylan era el único que podía proporcionar más dinero si fuera necesario.

Dylan vio la vacilación en los ojos de Avery y sonrió. Le apartó la mano de la puerta y la cerró, luego se sentó en el asiento del conductor y pisó a fondo el acelerador.

Su rostro, pálido por las heridas, reflejaba una falsa serenidad a la luz del sol. Pero después del tumulto en la montaña, Avery ya no se dejaría engañar por Dylan. Por primera vez, deseaba con fuerza cortar todos los lazos con él.

Avery apretó con más fuerza el maletín y habló con frialdad. —No te preocupes. Encontraré una forma de devolverte el dinero del rescate. No quiero deberte nada.

El coche se desvió de repente antes de enderezarse. Avery casi pensó que era una ilusión si no fuera por la sacudida.

El aire en el coche se volvió gélido. La voz de Dylan era gélida y penetró en el corazón de Avery.

"¿No quieres deberme nada? ¿A quién quieres deberle algo? ¿A Cooper o a cualquier otro hombre que te adore?"

"Es posible que nunca ahorres cincuenta millones en tu vida. ¿Cómo pagarás la deuda? ¿Vendiéndote?"

"Lo siento, ¡no me gustan los tipos flacuchos!"

Avery se mordió el labio. Estaba acostumbrada a los insultos de Dylan.

Su silencio sólo hizo que Dylan apretara más el volante. La miró y sus ojos se convirtieron en un abismo frío cuando se posaron sobre el maletín que ella tenía en los brazos.

"¿Por qué no hablas? ¿Estás planeando otra vez mi muerte para poder criar al hijo de otro hombre y heredar la riqueza de mi familia?"

"¡No es un mal plan!"

"¡Lo tienes todo resuelto!"

Avery se puso pálida y miró a Dylan. "Dylan, ¿por qué conduces tan rápido? ¡Ve más despacio!"

El coche, un Maybach de altas prestaciones, alcanzaba velocidades aterradoras. Avery calculó que rondaba los 200 km/h, o al menos 160.

Dylan, sentado en el asiento del conductor sin cinturón de seguridad, parecía indiferente. "¿Lento? ¿No quieres salvar a tu hija? ¿Tienes miedo ahora?"

Avery estaba a punto de derrumbarse. "Sí, quiero rescatar a Grace. No quiero morir. ¡Por favor, más despacio!"

"Ya te lo dije antes, Grace solo tiene tres años. ¡Necesita a su madre!"

Dylan la miró perezosamente. "¿Qué tiene eso que ver conmigo?"

Avery aflojó el agarre del maletín e instintivamente buscó su cinturón de seguridad. Su odio era real, pero el odio de él hacia ella era aún más profundo.

Conducir a esa velocidad por la ciudad era buscarse problemas. Su rostro palideció y sus ojos se tiñeron de rojo. Movió los labios, pero no le salieron palabras.

Los labios de Dylan se curvaron con un placer retorcido que incluso Avery podía ver. De repente, se dio cuenta de que mostrar miedo solo alimentaba las tendencias sádicas de Dylan. Tenía que actuar de otra manera.

Intentando mantener la calma, Avery dijo: "Dylan, ¿conduces tan rápido porque estás más preocupado por Grace que por mí?".

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