"Haré que mi secretaria le dé seguimiento al contrato si no hay nada más".
Después de decir eso, ella sonrió y agarró el brazo de Jeremy.
"Cariño, subamos".
"De acuerdo".
Jeremy dejó que Madeline los acompañara hacia el ascensor mientras ella agarraba su brazo. Sin embargo, él no estaba calmado.
Lana estaba mirando las espaldas de Madeline y Jeremy. Ella escuchó a la gente alrededor susurrando sobre ella. Ella sacó un vaporizador delgado de su bolso y tomó una bocanada, exhalando el humo blanco con habilidad.
"Eveline, la señorita de los Montgomery". Ella se curvó los labios y sonrió antes de darse la vuelta para marcharse.
El ambiente en el ascensor en ese momento estaba cargado de un silencio ensordecedor.
Jeremy miró atentamente el rostro tranquilo pero frío de Madeline.
"Linnie, anoche...".
"Anoche no estabas negociando con nadie. Fuiste a reunirte con Lana. ¿Permanecieron juntos toda la noche?", cuestionó Madeline inmediatamente mientras miraba al hombre callado. "¿Le gustas?".
Jeremy no podía negar que Lana tenía malos pensamientos sobre él, pero le prometió solemnemente a Madeline. "Eveline, no me enamoraré de ninguna otra mujer excepto de ti".
Madeline contempló la mirada cariñosa de Jeremy antes de que la tomara en sus brazos para abrazarla.
Él la abrazó, le acarició el cabello y la besó suavemente. "No quiero a nadie más que a ti".
Madeline no lo cuestionó más. Creía en Jeremy, pero no en Lana.
Jeremy estaba esperando que Madeline, que estaba en el baño, regresara. Al ver venir a Lana, se molestó y la despidió. "Habla con mi secretaria sobre el contrato. No tengo nada más que decirte".
Lana tomó una bocanada de humo, se acercó a Jeremy y exhaló el humo suavemente.
El humo se disipó y no había ningún olor penetrante, solo una fragancia indescriptible.
Jeremy estaba aturdido cuando escuchó que Lana le decía algo en tono suave: "¿Por qué no? ¿Has olvidado lo felices que fuimos anoche? De todos modos, ya que tu esposa confía tanto en ti, ¿qué tal si seguimos esta noche? Te espero en el hotel".
Un fuerte sentimiento de disgusto surgió dentro del corazón de Jeremy. Quería evitar a Lana, pero de alguna manera, al ver que la cara de Lana se acercaba cada vez más, parecía estar congelado. Solo podía mirarla así.
Cuando Madeline regresó del baño, escuchó la encantadora voz de Lana que venía del interior en cuanto se acercó a la puerta de la oficina.
"Jeremy, ¿crees que soy bonita? Comparada con tu esposa, Eveline, ¿quién te parece más atractiva?".
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