El Secreto de Mi Prometido romance Capítulo 95

La voz al otro lado de la línea sonaba angustiada: —¡Presidente Víctor, algo terrible ha sucedido!

Desde el centro de detención, Alma afirmó estar embarazada y, conforme al reglamento, debía ser trasladada de inmediato al hospital para un chequeo.

En el trayecto, un auto apareció de la nada, embistiéndolos sin miramientos y obligando al vehículo en el que viajaba Alma a detenerse con brusquedad al costado de la carretera.

Varios tipejos musculosos bajaron del auto.

Se llevaron a Alma.

Los oficiales que la escoltaban resultaron gravemente heridos, el vehículo quedó destrozado y no pudieron seguirlos.

Víctor escuchó el informe con mucha incredulidad. —¿La secuestraron?

—¿Qué pasa? ¿A quién secuestraron?—preguntó Patricia.

Víctor inhaló profundo varias veces antes de dejar caer los hombros.—A Alma.

—¡¿Qué?!—Patricia abrió los ojos con asombro.—Pero si ya estaba detenida...

Frunciendo el ceño, Víctor meditó en silencio.—Papá tenía razón. Esto no es tan simple como lo que decía la familia Rodríguez. Hay alguien detrás de ella. Tenemos que averiguar quién es cuanto antes.

...

Andrés pasó varios días en la UCI antes de ser trasladado a una habitación normal.

Parecía haber tenido un sueño largo e interminable.

Al despertar, sintió su cuerpo agotado, como si hasta respirar le costara un gran esfuerzo.

Abrió los ojos lentamente.

El penetrante olor a desinfectante impregnaba el aire.

La luz del sol se filtraba poco a poco a través del cristal de la ventana, acariciando suavemente su rostro.

Andrés levantó una mano para cubrirse de la luminosidad.

—Voy a ajustar la cama para que puedas recostarte y comer más cómodamente.

Al escuchar eso, Andrés sintió una leve desilusión en su corazón y, al mismo tiempo, no pudo evitar reírse de sí mismo.

¿Por qué había reaccionado como un adolescente enamorado?

Luisa colocó una pequeña bandeja sobre la cama, la cubrió con una servilleta y luego puso el termo encima.

Lo abrió y reveló la primera capa: verduras y carne de res.

—El doctor dijo que durante tu hospitalización debes llevar una dieta ligera y evitar cierto tipo de alimentos. Por eso te preparé verduras con carne, para que tengas un buen equilibrio entre proteínas y vegetales.

Los ojos de Andrés se tornaron aún más suaves mientras la observaba fijamente.

Durante estos días, el rostro de Luisa había aparecido una y otra vez en sus interminables sueños.

Ahora que había despertado, ella era la primera persona que veía. Se sentía tan feliz que le costaba creer que en serio fuese real.

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