Sin embargo, allá continuaba la voz mecánica de mujer: —Lo siento, el número que ha marcado está desconectado.
Rosa, inmediatamente, abrió el WhatsApp y envió un mensaje a El Invencible.
Pero el mensaje se envió y no recibió respuesta.
Es posible que El Invencible la haya bloqueado.
El número, ahora desconectado; también fue bloqueado en WhatsApp; el hombre que ayer le hablaba dulcemente ahora ha desaparecido sin dejar rastro, imposible de contactar.
Paf.
El celular de Rosa cayó al tapete, y ella también se desplomó desalentada sobre el mismo.
—Rosita, ¿qué te pasa?
—Rosita, ¿por qué estás sentada en el tapete? Levántate.
Ricardo y Patricia intentaron levantar a Rosa, solo entonces se dieron cuenta de que Rosa estaba fría y temblorosa.
Rosa temblaba.
...
Raquel y Luis salieron, y Luis dijo sonriendo: —Raquelita, la familia Pérez realmente es extraña; ella incluso fantasea con casarse con El Invencible, considerándolo el candidato ideal para el matrimonio, increíble lo que se les ocurre.
Raquel arqueó sus cejas en forma de sauce: —Ellas siempre están soñando; yo les advertí, pero a cambio me ridiculizaron de envidiosa. Si ellas son engañadas y pierden todos sus activos, eso no tiene nada que ver conmigo.
Luis se rió: —Espera a que sepan quién es el verdadero El Invencible, esa escena será espectacular.
Raquel sonrió; en ese momento, su celular sonó, era un mensaje de WhatsApp de Camila.
Camila decía: —Raquelita, esta noche el señor Rodrigo nos invita a cenar.
¿Rodrigo?
Era un mensaje de Alberto.
La última vez en Villa Santarena, él la obligó a añadirlo como amigo en WhatsApp, y ahora le estaba enviando mensajes.
Raquel abrió el mensaje; Alberto preguntó: —¿Luis realmente es tu novio?
Él envió un mensaje preguntando si Luis era su novio.
Raquel no respondió.
Alberto envió otro mensaje: —¿Cómo conociste a Luis?
Alberto, que tiene un olfato muy agudo, estaba preguntando cómo había conocido a Luis.
Raquel todavía no respondía.
Su doble ignorancia provocó una demanda autoritaria del hombre: —¡Raquel, responde!
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