Amor, Dulce Amor romance Capítulo 180

George dijo con seriedad: "Recuerdo que en el pasado me sonreías, te dirigías a mí como tu cuñado y coqueteabas conmigo, para después actuar con indiferencia. ¿Estabas haciéndote la difícil? Flirteabas un rato y enseguida me ignorabas".

Sigrid se sintió aún más confundida y exclamó: "Bueno, ¡yo no podía simplemente ignorarte cuando te conocí! Además, quisiera saber si tratarte como mi cuñado puede interpretarse de alguna manera como coquetería".

"¿No fuiste tú la que dijo que llamarme 'cuñado' te ponía de buen humor?", preguntó George alzando una ceja.

La cara de Sigrid de repente se sonrojó. "Lo dije frente a Rebecca. ¿Por qué siempre te acuerdas de todas estas tonterías? No quise decir nada especial al dirigirme a ti de esa manera".

George aún no estaba convencido. "Sí, no quisiste decir nada, solo que eso te ponía de humor".

Sigrid rechinó los dientes, estaba harta de la palabra 'cuñado'.

"No quiero seguir hablando más de esto. Te encanta tergiversar todo lo que digo", expresó Sigrid haciendo una mueca de descontento, luego se dio la vuelta y se puso a escribirle un mensaje a Rachel.

Sin decir una palabra más, George la abrazó por la espalda, observó su conversación con Rachel y le ofreció algunos consejos.

Tal vez fuera porque ya estaba casada, que Sigrid sintió la necesidad de ayudar a su mejor amiga a entablar una relación formal lo antes posible.

George se inclinó y le besó la oreja con suavidad. Ella tembló ligeramente en sus brazos, pero enseguida fingió que nada había pasado y continuó enviándole mensajes de texto a Rachel.

Contrariado al ver que su esposa seguía ignorándolo de esa manera, George continuó besándola en el lóbulo de la oreja.

Al principio, Sigrid pudo resistir, pero luego comenzó a sentirse un poco molesta con él por burlarse de ella. Después de decirle a Rachel que hablaría con ella más tarde, dejó a un lado su móvil y de repente se abalanzó sobre él. "¿Qué crees que estás haciendo?"

"Besarte", contestó George con seriedad.

Sigrid apretó los dientes. "¡Ya verás!"

¡Ella le mostraría quién besaba mejor!

Siempre que Sigrid estaba enojada, dejaba de pensar correctamente. Había olvidado la dinámica entre ellos y creyó que podría devastar a George, besándolo con furia y presionando su cuerpo poniéndolo debajo del suyo.

Sin embargo, no mucho después de que ella iniciara el beso, el hombre se volteó y cambió de posición. Estaba completamente enardecido.

Como resultado, Rachel esperó mucho tiempo sin recibir una respuesta de Sigrid.

La joven se preguntó si cuando su amiga dijo 'más tarde', en realidad se refería al día siguiente.

Entonces reflexionó sobre los consejos de Sigrid y sintió que era necesario que ella le mostrara a Cyrus la mejor imagen de sí misma.

Llevando su teléfono con ella, salió y llamó a su puerta.

Esta no tardó en abrirse. Rachel estaba a punto de decir algo, pero se quedó estupefacta al ver frente a sus ojos unos poderosos pectorales.

Cyrus también estaba sorprendido. Se puso rígido cuando miró hacia abajo y vio a Rachel observándolo fijamente.

En seguida la cara de Rachel se puso como la grana, y más aún cuando al bajar la vista, descubrió que Cyrus apenas estaba envuelto en una toalla. ¡Inmediatamente, se sintió a punto de explotar!

¡Oh cielos! ¿Esta era la forma en la que Cyrus se desquitaba con ella por usar un cuello en V anteriormente?

¡El cuerpo masculino era exactamente como ella lo había imaginado!

¡Tenía un físico increíble!

Era una lástima no poder ver lo que había debajo de la toalla. Sin embargo, si las cosas pasaran como en las tramas típicas de las novelas románticas, ¡su toalla se caería!

Rachel rezó para que eso sucediera y él la deslumbrara con su masculinidad. Si llegara a ocurrir, ella estaba dispuesta a asumir las consecuencias...

Rachel no tuvo el coraje de decirle que realmente no le importaría que se cambiara de ropa delante de ella. Aquello habría sido una petición muy audaz por su parte.

Al mismo tiempo, era una verdadera pena que no tuviera la oportunidad de ver caer la toalla.

En ese momento, Caleb regresó y tocó el timbre. Al ver que Rachel le abría la puerta, se quedó atónito y luego sonrió torpemente. "Lo siento, creo que me equivoqué de habitación...", empezó a disculparse.

Pero enseguida se quedó estupefacto cuando vio a Cyrus salir del baño detrás de Rachel.

¿Qué rayos estaba pasando? Se preguntó si habría tocado la puerta de la habitación correcta.

Mientras Cyrus todavía se abotonaba la camisa, por la mente de Caleb ya habían pasado varios escenarios.

Cuando él se fue a buscar la comida, Cyrus todavía vestía traje. Sin embargo, cuando regresó, Cyrus se estaba cambiando de ropa y había una hermosa chica en su habitación mientras él... Se estaba abotonando la camisa...

¡Aquello sería una noticia impactante si los paparazzi lograran ponerle las manos encima!

Caleb cerró rápidamente la puerta, dejó a un lado la comida y dijo furioso: "¿Cómo pudieron ser tan descuidados? ¿Es que no se imaginan la cantidad de paparazzi que están por ahí a la caza de un escándalo? ¿Cómo se te ocurrió abrir la puerta? ¡Cuantas más veces hagas una cosa así, mayor será el riesgo!"

Las últimas frases de Caleb estaban dirigidas directamente a Rachel.

El manager de Cyrus había escogido personalmente a Caleb como su asistente, para que, además de ayudarlo con las pequeñeces del día a día, se encargara de recordarle a Cyrus ciertas cosas cuando él no estuviera cerca.

Especialmente en situaciones como estas...

Rachel estaba desconcertada ante aquel estallido y miró a Cyrus: "Yo... solo vine a cenar con vosotros. No creo que los paparazzi nos tomen fotos y vayan a creer que estamos teniendo un trío o algo así..."

Cyrus y Caleb enmudecieron completamente.

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